Desde finales de 1880, la familia Ramírez, natural del municipio de Teror, se ha dedicado a la elaboración y venta de este postre típico de las Islas Canarias.

Este dulce se sigue elaborando casi como antaño pues su receta tradicional sigue inalterable. En el pasado los aros de papel a modo de envoltorio, que rodean los típicos turrones circulares, se hacían con hojas de platanera de Arucas. Estas se lavaban, se cortaban, se ponían a secar y se cosían con un hilo extraído de la misma platanera. Hoy en día se hacen con cartón de colores tan específicos que los hace inconfundibles.

Elías Ramírez Quintana ha sido el único de nueve hermanos dispuesto a continuar con esta profesión que suele pasar de padres a hijos, tal y como hizo su abuelo Don Antonio Ramírez Asensio y su padre, Don Francisco Ramírez Navarro.

En 1960 Elías sustituye a su padre, continuando con la profesión y conservando la receta familiar, elaborando los turrones de manera artesanal, casi con los mismos utensilios que usaba su abuelo en el Siglo XlX.